El poder de la dieta mediterránea para las funciones cognitivas
Estudio revela cómo la dieta mediterránea podría mejorar la función cognitiva a través del microbioma intestinal
Un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tulane identificó una posible conexión entre la dieta mediterránea y la mejora del rendimiento cognitivo, según un estudio publicado en Gut Microbes Reports. Los hallazgos sugieren que los cambios en el microbioma intestinal inducidos por esta dieta podrían ser un factor clave en los beneficios para el cerebro.
El equipo, dirigido por la Dra. Rebecca Solch-Ottaiano, analizó los efectos de una dieta mediterránea rica en aceite de oliva, pescado y fibra en ratas jóvenes, equivalentes a humanos de 18 años. Los resultados mostraron un aumento significativo de bacterias beneficiosas como Candidatus Saccharimonas y una disminución de bacterias relacionadas con un menor desempeño cognitivo, como Bifidobacterium. Estos cambios se asociaron con unamejora en la memoria, el aprendizaje y la flexibilidad cognitiva, además de niveles más bajos de colesterol LDL, conocido como "colesterol malo".
La relevancia de estos hallazgos radica en el hecho de que el estudio se centró en etapas críticas del desarrollo cerebral. "Sabíamos que lo que comemos afecta la función cerebral, pero este estudio explora cómo podría estar sucediendo eso", explicó la Dra. Solch-Ottaiano.
Por su parte, el Dr. Demetrius M. Maraganore, coautor de la investigación, destacó la importancia de los resultados al compararlos con estudios previos en humanos que vinculan la dieta mediterránea con un menor riesgo de demencia y una mejor memoria. "La dieta mediterránea o sus efectos biológicos podrían aprovecharse para mejorar el rendimiento escolar en adolescentes o el rendimiento laboral en adultos jóvenes", afirmó Maraganore.
Aunque los resultados obtenidos en ratas son prometedores, los expertos subrayan la necesidad de realizar estudios adicionales en humanos para confirmar el impacto de la dieta mediterránea en la función cognitiva y su relación con el microbioma intestinal.
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