La estimulación de la médula espinal: una esperanza efectiva contra el dolor crónico
Avances en tecnología médica ofrecen opciones seguras y no invasivas para el alivio del dolor
La estimulación de la médula espinal (EME) emergió en la última década como una opción efectiva para tratar el dolor crónico, según expertos de Estados Unidos. Esta técnica utiliza impulsos eléctricos de bajo nivel que bloquean las señales de dolor antes de que lleguen al cerebro, brindando una alternativa no invasiva para quienes padecen afecciones crónicas. Aunque esta tecnología comenzó a utilizarse hace 40 años, recientes innovaciones mejoraron su eficacia y seguridad, lo que permitió que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) apruebe varios dispositivos especializados.
De acuerdo con el Dr. Sagar Chokshi, experto en manejo del dolor en el Hospital Houston Methodist, la EME no solo evita la necesidad de analgésicos continuos, sino que también permite probar el tratamiento antes de una decisión definitiva. "La EME también ofrece la ventaja de no requerir cirugía mayor ni el uso continuo de analgésicos", explicó Chokshi en entrevista con NotiPress. Este tratamiento demuestra ser eficaz en casos de dolor tras cirugías de espalda fallidas, así como en afecciones como la neuropatía diabética, donde los impulsos eléctricos interrumpen el dolor en su origen.
Según la Organización Mundial de la Salud, más de 620 millones de personas en el mundo padecen dolor lumbar, especialmente en mayores de 65 años, debido a problemas como la estenosis espinal y la osteoartritis. La EME podría ser una solución innovadora para estos pacientes, siempre que se elijan cuidadosamente los candidatos. Pacientes con infecciones sistémicas crónicas no son aptos para este tratamiento; sin embargo, quienes han tenido cirugías infructuosas o no toleran los opioides podrían beneficiarse de este dispositivo implantado en la parte baja de la espalda.
El Dr. Amir Faraji, neurocirujano en el Hospital Houston Methodist, señaló que la implantación definitiva de estos estimuladores es un procedimiento rápido y mínimamente invasivo. En la mayoría de los casos, este se completa en una hora y, posteriormente, los pacientes pueden ajustar la intensidad de los impulsos mediante un control remoto para gestionar su dolor a diario. Faraji destacó el crecimiento en la demanda de la EME y el impacto positivo de los ensayos clínicos actuales, enfocados en ampliar sus aplicaciones en el tratamiento de la neuropatía diabética y lesiones medulares.
Con este tratamiento, se abre una oportunidad valiosa para mejorar la calidad de vida de quienes sufren de dolor crónico, ofreciendo no solo un alivio efectivo, sino también un control y autonomía en su tratamiento,afirman los especialistas del Hospital Houston Methodist. Además, el avance de estudios y pruebas clínicas genera expectativas en el ámbito médico y abre la puerta a nuevas aplicaciones de la EME en diversos tipos de dolor y movilidad.
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