Salud mental en México: retos presupuestarios y falta de atención adecuada

La salud mental presenta desafíos para todos los países, entre ellos, México

En México,tres de cada diez personas experimentarán algún trastorno mental a lo largo de su vida. Sin embargo, más del 60% de ellas no recibe el tratamiento necesario para abordar su condición, según datos recientes. Este déficit en la atención está vinculado a la escasa asignación presupuestaria: menos del 2% del presupuesto de salud se destina a servicios de salud mental en el país, lo que dificulta el acceso a una atención adecuada.

Un problema así cobra relevancia en el contexto del Día Mundial de la Salud Mental, conmemorado el 10 de octubre. Para crear conciencia, importantes monumentos en Ciudad de México, Guadalajara, Mérida y Monterrey se iluminarán de verde, como un llamado a la reflexión sobre la importancia de la salud mental. En 2024, la Federación Mundial de Salud Mental puso el foco en la relación entre el trabajo y la salud mental, subrayando la reinserción laboral como un paso clave para reducir el estigma.

En un foro reciente titulado "Unidos frente al Estigma en la Salud Mental", organizado por el laboratorio Lundbeck, la doctora María Elena Medina-Mora Icaza, directora de la Facultad de Psicología de la UNAM, señaló que la falta de recursos es uno de los mayores desafíos para mejorar la atención. "Solo el 2% del presupuesto federal de salud se emplea para la atención de trastornos mentales, lo que limita la oferta de atención en los niveles primarios y secundarios", afirmó la experta.

Aun así, este panorama no es exclusivo de México. Según el doctor Mohammad Alsuwaidan, director clínico de MindWell, la situación es similar a nivel global, ya que menos del 2% del presupuesto de salud mundial se destina a la atención mental, lo que afecta especialmente a los países de ingresos bajos y medios, donde más del 70% de las personas con trastornos mentales no reciben tratamiento alguno.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) propuso que los países de ingresos bajos y medios inviertan al menos el 5% de su presupuesto de salud en la atención de trastornos mentales, y que los países con ingresos altos eleven este porcentaje al 10%. Además, la nueva agenda para la salud mental en América Latina plantea la necesidad de aumentar la inversión en este ámbito y explorar nuevos mecanismos de financiamiento.

Países como Dinamarca implementaron un plan de acción de 10 años para mejorar la atención psiquiátrica, con aumentos anuales en el presupuesto asignado, según explicó Søren Kjeld Kristensen, vicepresidente de Lundbeck. Sara Montero, directora de Lundbeck para América Latina, reiteró el compromiso de la empresa con la mejora de la salud mental en la región. El Día Mundial de la Salud Mental busca concienciar a la población sobre la necesidad de mejorar la atención y combatir el estigma en torno a los trastornos mentales, promoviendo una discusión abierta sobre estos temas críticos.

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