La gestión de la tierra, clave para limitar el calentamiento global a 1,5 °C

Estrategias de uso de la tierra para frenar el calentamiento global a 1,5 °C

La comunidad científica subraya la urgencia delimitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius. Esta meta exige no solo una drástica reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, sino también una reconfiguración del uso de la tierra para equilibrar las demandas de energía limpia, alimentos y sostenibilidad ecológica.

Un reciente estudio del Centro de Ciencia y Estrategia de Sostenibilidad del Instituto Tecnológico de Mássachussets (MIT), publicado en Frontiers in Environmental Science, analiza cómo la gestión de la tierra puede contribuir a este desafío. Según el informe, soluciones basadas en la naturaleza (SbN) como la forestación, reforestación y bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS) jugarán un papel fundamental. Estas medidas deben combinarse con la expansión de fuentes de energía renovable como la solar y eólica, mientras se preservan los ecosistemas existentes.

El estudio, que utiliza el modelo de sistemas globales integrados (IGSM) del MIT, evalúa cómo asignar la tierra para satisfacer las necesidades de captura de carbono, energía y alimentación. Bajo el escenario Sky2050de Shell, los investigadores concluyen que se pueden secuestrar entre 3 y 6 gigatoneladas de CO2 anuales, utilizando entre 2,5 y 3,5 hectáreas para SbN y hasta 0,6 hectáreas para energías renovables.

Entre las acciones clave recomendadas están la protección de ecosistemas, la reforestación, la adopción de prácticas agrícolas sostenibles, la reducción del desperdicio de alimentos y la promoción de un consumo responsable. Sin embargo, Gurgel advirtió que estas transformaciones requieren un compromiso sostenido por parte de gobiernos e industrias, acompañado de políticas de largo plazo que aseguren un uso eficiente de la tierra para cumplir con los objetivos climáticos.

Además, este enfoque integral destaca la necesidad de armonizar la lucha contra el cambio climático con la seguridad alimentaria y energética. Para eso, las estrategias actuales deben contribuir tanto a la reducción de emisiones como a la sostenibilidad global.

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