Los satélites de Elon Musk para brindar Internet gratis

Ciudad de México  

Tintin A y Tintin B son los prototipos satelitales

 

Elon Musk, dueño de las compañías Tesla y SpaceX, es conocido por ser un visionario en los negocios, principalmente en el sector satelital. A inicios de 2018 propuso el proyecto Starlink, una constelación de 12 mil satélites para brindar Internet gratis alrededor del planeta. El proyecto tiene un potencial más ambicioso que los globos de Google o los drones de Facebook.

La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC por su sigla en inglés) aprobó la solicitud de SpaceX para el despliegue de 4 mil 425 satélites que estarían en la misma órbita y frecuencia con una latencia máxima de 25 milisegundos (ms). Su fecha de puesta en marcha es para marzo de 2024 y deberán estar al menos el 50%, caso contrario, SpaceX perdería la licencia de operación.

Tintin A y Tintin B son un prototipo de estos satélites con los que se realizan las pruebas en medio de un hermetismo absoluto. Fueron lanzados al espacio en febrero de 2018 y en mayo de 2018 Musk twitteó que estaban muy bien, con una latencia de 25 ms y lo suficientemente buena y rápida como para jugar un videojuego.

En septiembre de 2018, se publicaron videos de Tintin, donde se aprecia una innovación en sus paneles solares. A diferencia de los mecanismos de despliegue, los ingenieros de Startlink de SpaceX tomaron las mejores prácticas y las mezclaron con un estilo moderno de paneles flexibles y muy ligeros.

Lo planteado por el empresario es tan solo una de las tendencias que se espera de la tecnología satelital. Los satélites son un apoyo a las crecientes necesidades del Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés). La interconexión digital de los objetos diarios con Internet ha evolucionado con dicha tecnología; una de sus aplicaciones es en la conformación de las ciudades inteligentes, las cuales se basan en un mundo conectado.

Asimismo, la relación entre los satélites y el IoT es muy estrecha. Una de las grandes características de la conexión vía satélite es la cobertura de las superficies difíciles de alcanzar mediante otros sistemas. Indudablemente, los satélites pasan a tener un mayor rol al momento de plantear la idea de un mundo interconectado. Al lograr la conjunción de ambos, los sectores mayormente beneficiados serían el industrial y el comercial, sin embargo también permite la ampliación de diferentes servicios ofrecidos a los usuarios, por ejemplo de transporte o sanitarios.

Para noviembre de 2018, Musk hizo una solicitud a la FCC para que mil 500 de los satélites puedan operar a una altitud de 600 kilómetros. Esto es menos de la altitud solicitada originalmente, pero responde a mejores condiciones en caso de necesidad de desechar el equipo ante fallas. Según la empresa de Musk, reúne condiciones de operación en un entorno espacial más seguro.

El reto planteado por Musk es excelente en la teoría, pero quedan dudas de cómo se resolverán cuestiones de fabricación, logística, operación y costos en un tiempo corto para el tipo y envergadura del proyecto.

Uno de los principales usos de los satélites es la observación del cambio climático, algo prioritario tanto para empresas como gobiernos. De acuerdo con el OECD Observer, tres cuartas partes de los datos utilizados en los modelos numéricos de predicción meteorológica dependen de las mediciones satelitales. El tiempo será testigo si Elon Musk logra superar el desafío de llevar internet gratis a todo el mundo, algo que por cierto aun lo intentan gigantes tecnológicos como Google y Facebook.

 

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