La terapia cognitivo-conductual mejora circuitos neuronales en paciente con depresión
Según estudios, la terapia cognitivo-conductual puede modificar los circuitos cerebrales para combatir la depresión
La terapia cognitivo-conductual (TCC), ampliamente reconocida por su efectividad en el tratamiento de la depresión, es objeto de nuevas investigaciones las cuales revelan su impacto más allá de los síntomas emocionales. Un estudio reciente de Stanford Medicine encontró que la TCC, cuando se adapta a las características de cada paciente, puede modificar los circuitos neuronales del cerebro lo que abre una nueva puerta hacia tratamientos más duraderos y personalizados para cada paciente.
El estudio se enfocó en un grupo de adultos con depresión y obesidad, dos condiciones que juntas representan un desafío complejo para los tratamientos convencionales. Los resultados fueron reveladores: un tercio de los participantes mostró unareducción significativa de los síntomas depresivostras someterse a una variante de la TCC conocida como terapia de resolución de problemas. Además, se observaron cambios en los circuitos neuronales de los pacientes, los cuales se registraron mediante escáneres de fMRI a lo largo de los 24 meses de seguimiento.
Una de las principales autoras del estudio, la doctora Leanne Williams, profesora de psiquiatría en Stanford, destacó la relevancia de estos hallazgos para el desarrollo de una "psiquiatría de precisión". Según Williams, esta nueva metodología podría permitir que los tratamientos se ajusten a la actividad cerebral específica de cada paciente, acelerando la recuperación. El ensayo clínico, llamado Rainbow, demostró que los cambios neuronales detectados en los primeros dos meses del tratamiento son indicadores clave para predecir qué pacientes obtendrán mayores beneficios a largo plazo.
A partir del ensayo que incluyó a 108 participantes, 59 recibieron terapia de resolución de problemas junto con sus tratamientos habituales, mientras que 49 solo recibieron la atención común, como medicación antidepresiva. Los pacientes que recibieron la terapia mostraron una mejora en la actividad del circuito de control cognitivo lo que sugiere un procesamiento más eficiente de la información. En contraste, aquellos que no recibieron la terapia experimentaron una disminución en dicha actividad.
De acuerdo con el investigador Xue Zhang, autor principal del estudio, esta forma de terapia no solo ayuda a mitigar los síntomas depresivos, sino que también optimiza el funcionamiento cognitivo. Los pacientes reportaron mejoras en su capacidad para manejar los problemas cotidianos, e incluso algunos pudieron retomar sus trabajos y actividades recreativas lo que refuerza la idea de que un enfoque más personalizado y basado en la neurología puede ser clave para tratar la depresión.
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