Terraplanistas viajan a la Antártida para obtener pruebas empíricas de sus creencias
Un grupo de terraplanistas viajó a la Antártida para verificar personalmente la forma de la Tierra
Un grupo de terraplanistas, encabezado por el pastor Will Duffy de Denver, Colorado, emprendió un viaje a la Antártidacon el propósito de verificar personalmente la forma de la Tierra. Denominado "el experimento final", el evento se llevó a cabo durante el solsticio de verano, coincidiendo con el fenómeno del sol de medianoche, que mantiene al Sol visible durante 24 horas consecutivas en el Polo Sur.
Según Wired, la expedición contó con la participación de defensores del terraplanismo y divulgadores científicos. Aunque el número de terraplanistas fue reducido, el viaje buscaba confrontar sus creencias con evidencia empírica. La Antártida, centro de las teorías terraplanistas, es vista por ellos como un "muro de hielo" que rodea un disco plano, en lugar de un continente en el hemisferio sur. Asimismo, sostienen que fenómenos como elsol de medianocheson fabricaciones de una conspiración global.
El sol de medianoche, observable durante el solsticio de verano en el Polo Sur, se debe a la inclinación del eje terrestre y constituye una de las pruebas más contundentes de la forma esférica del planeta. Los asistentes al viaje pudieron presenciar este evento astronómico, desafiando los fundamentos de las teorías terraplanistas.
Jeran Campanella, conocido creador de contenido y defensor de teorías conspirativas, reconoció que la experiencia cuestionó algunos aspectos de sus creencias. "Está bien, chicos, a veces te equivocas en la vida", declaró. Sin embargo, la mayoría de los terraplanistas mantuvieron su postura, reforzando la idea de que estas creencias suelen resistir incluso frente a pruebas directas.
La iniciativa muestra cómo la persistencia de teorías conspirativas se mantiene viva y destaca la importancia de la evidencia científica para desmentir mitos populares. Aunque algunos participantes reconsideraron sus ideas, el terraplanismocontinúa siendo un desafío para la divulgación científica.
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