Fin de aranceles de EU al acero y aluminio mexicano

Estados Unidos quitó aranceles a México a cambio de no permitir productos chinos

Estados Unidos accedió poner fin a los aranceles de acero y aluminio impuestos a México y Canadá en junio de 2018, en el tenor de lograr acuerdos efectivos impuestos por el presidente, Donald Trump. La consigna para México es simple: debe monitorear que el acero y aluminio chino no llegue a territorio estadounidense. Lo mismo debe comprometerse Canadá.

Oportunamente, México también impuso aranceles de forma recíproca a Estados Unidos para la importación. Por ello, el gobierno mexicano anunció su levantamiento: "Como parte de la Sección 232, se ha llegado a un acuerdo beneficioso para ambas partes: se levantan dichos aranceles, quedando sin cuotas el acero y el aluminio de nuestro país. De esta manera se reinstaura el intercambio comercial libre de aranceles para estos productos". De esta manera, los tres países podrán intercambiar acero y aluminio sin un precio excedido.

Por su parte, en este mismo escenario, México también puso fin a los aranceles al Whisky, en represalia a los aranceles impuestos por Estados Unidos. La acción fue bien recibida por productores del licor estadounidense, quienes expresaron un alivio por la noticia.

Estos aranceles del 25% al acero y 10% al aluminio impuestos por Estados Unidos a sus países vecinos eran un problema para avanzar en la ratificación del T-MEC, el acuerdo alcanzado el 30 de noviembre de 2018 en la Cumbre del G20 en Argentina. Cabe aclarar que ninguno de los tres países ha ratificado el acuerdo. La nueva posición de la administración Trump exige al gobierno mexicano hacer un monitoreo estricto al acero y aluminio de China para evitar ingrese a territorio estadounidense.

Ahora que los acuerdos han avanzado a favor de los países, el T-MEC, reforzará el comercio de los principales productos de México, como los automóviles, aparatos de audio y video, grabación y reproducción. Finalmente, el petróleo.

¿Qué implica quitar los aranceles?

+ Para lograr el acuerdo, Estados Unidos, exige a México y Canadá medidas estrictas de monitoreo para evitar que el acero chino llegue a Estados Unidos vía países limítrofes del norte y del sur.

+ Finalizar los litigios ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

+ Si las importaciones de productos de aluminio y acero aumentan más allá de los volúmenes históricos de comercio, el país importador puede solicitar consultas con el país exportador.

+ Establecer un monitoreo continuo de comercio de aluminio entre los tres países.

+ La parte importadora puede imponer aranceles de 25 por ciento al acero y 10 por ciento al aluminio. Si el importador toma esta acción, el exportador tendrá reciprocidad en el sector afectado.

+ México estableció gravámenes de hasta 25% para ciertos aceros y productos agroalimentarios como manzanas, piernas y paletas de cerdo, entre otros.

El fin de aranceles a México y Canadá tiene un precio, pero restituye el libre comercio entre los tres países. Para Estados Unidos, la exigencia más importante es mantener la postura ante China en su guerra comercial y evitar el ingreso de acero y aluminio, ya sea de forma directa o vía limítrofe. Sus aliados del norte y del sur, pagarán con monitoreo de productos chinos el libre comercio.

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