La producción de petróleo sufre caída en Venezuela
El nombramiento de militares, en PDVSA, acelera la caída de petróleo en Venezuela
Manuel Quevedo Fernández, general de división, se reunió el 6 de julio de 2018 junto con su esposa, un sacerdote católico y un grupo de trabajadores de la petrolera estatal PDVSA en la sala de conferencias de la institución. No fue un ritual ordinario, la reunión, en realidad, fue una ceremonia donde él y demás funcionarios del ministerio del petróleo le pedían a dios que aumentara la producción petrolífera en Venezuela.
El oficial militar está al frente de Petróleos de Venezuela, una empresa estatal sumergida en graves problemas, incluso en el portal web del ministerio del petróleo estaba la leyenda "Este es un lugar de paz y espiritualidad", tiempo después fue borrado.
Opiniones de diversos sectores productivos e internacionales consideraron que la designación de parte del dictadorNicolás Maduro, en noviembre de 2017, de un general de la guardia nacional sin experiencia en petróleo y con el fin de liderar PDVSA fue la acción más insensata en la historia deVenezuela.
Las actividades de Quevedo Fernández solo generaron una avalancha de dudas en su figura y en los militares que en la actualidad continúan en la dirección de la empresa, y demuestran al mundo la inexistencia de un plan viable y sustentable para rescatar a PDVSA de su enorme deuda, a ello se le suma el éxodo de trabajadores y una producción en su nivel más bajo en los últimos casi 70 años.
Suplicar al cielo fue una de las acciones de Quevedo Férnandez, además de promulgar, en los últimos meses de 2018, medidas controvertidas y según expertos de la industria petrolera, empleados y contratistas de PDVSA, incluso la sociedad, dicen que empujan a Petróleos de Venezuela a la ruina, una compañía rentable y respetada en el pasado.
Armados con sus AK-47, los soldados asignados a la empresa estatal deben subir a bordo de los camiones cisterna para acompañar a los inspectores de carga, quienes tienen la orden de controlar las planillas de la carga transportada con el fin de, supuestamente, evitar manipulaciones en los números. Además, si un trabajador comete errores en la operatividad del equipo de PDVSA, de por sí deteriorados y obsoletos, pueden ser arrestados y acusados de sabotaje o corrupción.
PDVSA es dirigida por gerentes militares inexpertos y el éxodo de los trabajadores obligó a la contratación de personal externo con la intención de mantener a flote las operaciones básicas, tales como perforación y bombeo. Asimismo, firmaron contratos con pequeñas empresas desconocidas en el sector y sin experiencia en la industria del petróleo.
José Bodas, secretario general de la federación de trabajadores del petróleo, un sindicato nacional, sostuvo:
De acuerdo con los dichos de Rafael Ramírez: "PDVSA es un cuartel", él dirigió a la petrolera por una década durante el gobierno de Chávez, y además tuvo enfrentamientos con el dictador Maduro. La compañía lucha por cumplir con sus obligaciones contractuales de suministro con China y Rusia, países que adelantaron miles de millones de dólares por compra de petróleo.
En noviembre de 2018, el jefe de Rosneft, empresa petrolera rusa, viajó a Venezuela para exigir a Maduro por el envío del petróleo pagado debido a los retrasos. Los problemas operacionales de Quevedo Fernández generaron una caída del 20 por ciento en la producción, esa fue la última cifra proporcionada por Caracas a la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), del cual es miembro.
La empresa estatal no publicó el informe anual 2017 ni aún los resultados financieros correspondientes a 2018, aunque sí se espera la caída de las exportaciones de petróleo de Venezuela a 20.9 mmdd de 2018, menos de los 24.9 mmdd del año 2017, según información proporcionada a Reuters por el Centro Internacional de Energía de IESA (Instituto de Estudios Superiores de Administración), escuela de negocios venezolana.
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