Theresa May defiende planes "Brexit" y recibe apoyo de ministro clave
May pide seguir con borrador de acuerdo con Bruselas para salir de la Unión Europea
Pese a las críticas y dimisiones, la primera ministra británica, Theresa May, insistió el 16 de noviembre de 2018 en seguir adelante con el borrador de acuerdo alcanzado conBruselas para salir de la Unión Europea ("Brexit") y recibió el apoyo de algunos de sus ministros.
"Traigo el que creo que es el mejor acuerdo para Reino Unido", se defendió May en una entrevista con la emisora de radio LBC después de que su gestión fuese criticada por muchos parlamentarios en la Cámara baja.
Muchos de los diputados del Partido Conservador de Theresa May votarán en contra del preacuerdo para el "Brexit", y lo mismo pretende hacer el partido norilandés DUP, del que depende May para poder gobernar.
Tampoco los laboristas están a favor del texto acordado, pero parece que Theresa May intentará lograr el respaldo de algunos miembros de la oposición cuando el texto se someta a votación en diciembre de 2018.
"Mi trabajo es convencer primero y sobre todo a mis filas conservadoras (...), pero quiero ser capaz de poder decir a todos los parlamentarios que pienso que éste es el mejor acuerdo para Reino Unido", dijo la primera ministra. Un "no" en el Parlamento supondría "caer en un camino de profunda y grave incertidumbre".
Algo de oxígeno dio a la "premier" el apoyo que le manifestó su ministro de Medio Ambiente, Michael Gove, con cuya posible dimisión habían especulado los medios. Su salida del Gobierno habría sido un nuevo duro golpe para May, que recibió la dimisión de su ministro para el "Brexit", Dominic Raab, de la ministra de Trabajo, Esther McVey, y de varios secretarios de Estado.
El ministro de Medio Ambiente aseguró el 16 de noviembre de 2018 que May tenía "naturalmente" todo el apoyo de su Gabinete. Según algunos medios, la jefa del Ejecutivo ofreció a Gove el puesto de ministro del "Brexit", pero este lo rechazó porque Theresa May no le permitiórenegociar el acuerdo del "Brexit". Gove es un firme defensor del "Brexit", al igual que el ministro de Comercio, Liam Fox, quien también mostró su total apoyo a la mandataria.
Aun así, el peligro aún no pasó para May, podría enfrentarse a un voto de confianza dentro de su grupo parlamentario conservador. El influyente diputado Jacob Rees-Mogg envió una carta al comité del partido que convoca esas votaciones y una decena más de conservadores euroescépticos hicieron lo mismo. Para que se celebre la votación, el comité debe recibir 48 cartas.
La Unión Europea celebrará una cumbre extraordinaria para abordar el preacuerdo el 25 de noviembre de 2018. El presidente de turno del bloque, el canciller austriaco Sebastian Kurz, pidió a los diputados británicos que apoyen lo pactado.
"Es un buen acuerdo para ambas partes", dijo, advirtiendo de que un "Brexit" desordenado sería "bastante más duro" para el Reino Unido que para la UE.
Asimismo, el acuerdo alcanzado entre Londres y Bruselas da seguridad jurídica para que los ciudadanos de la UE en Reino Unido y los británicos en el continente puedan seguir viviendo tras el "Brexit" tal como hacían antes. Además se acordó una factura final británica que se estima en 45.000 millones de euros a pagar a la UE en varios años.
Lo más controvertido de las negociaciones fue evitar una frontera física irlandesa, pues la región británica de Irlanda del Norte quedará fuera del bloque mientras que la República de Irlanda permanece dentro. Se quería evitar que el establecimiento de controles o barreras pudieran poner en peligro el proceso de paz en la isla.
Según el borrador, si no se encuentra una solución mejor, todo Reino Unido seguirá temporalmente formando parte de la unión aduanera transcurrido el periodo de transición, que termina a finales de 2020. Es el denominado "backstop".
Una de las cuestiones para preocupar a algunos de los países de la Unión Europea (UE) es que el acuerdo de salida no regula si los pescadores comunitarios tendrán acceso a las aguas británicas tras el "Brexit", y de ser así, cómo se regulará. Sin embargo, fuentes diplomáticas creen, los países que muestran esa preocupación -como Francia, Dinamarca o Suecia-, no vetarán el acuerdo por ello.
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