México impulsa el nearshoring en 2025, pero enfrenta desafíos estructurales
La inversión extranjera crece con la relocalización, pero la infraestructura y la energía son retos clave
El nearshoring se consolidó como un motor esencial para la economía de México, impulsado por su cercanía con Estados Unidos y su papel en el comercio internacional. En 2025, esta tendencia continuará fortaleciendo sectores como el automotriz, el electrónico y el manufacturero. Sin embargo, el país enfrenta desafíos estructurales que podrían limitar su potencial, según el Atlas de Riesgo País de Solunion, basado en el análisis de Allianz Trade.
De acuerdo con este informe, el 17% del PIB mundial está en economías que mejoraron su calificación de riesgo país. América Latina lideró esta tendencia con 13 mejoras, seguida de Europa emergente (10) y Asia-Pacífico (9). En contraste, las rebajas afectaron a Bahréin, Israel y Kuwait, debido a tensiones en la cadena de suministro y precios del crudo por debajo del equilibrio fiscal.
México mantiene una calificación de riesgo país de BB2, lo que indica un nivel medio de riesgo para las empresas que operan en su territorio. A pesar de esto, el país se posicionó como uno de los mayores beneficiarios de la relocalización de cadenas de suministro, especialmente en el contexto de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
En respuesta a esta tendencia, el "Plan México" fue diseñado para incrementar la participación de la industria nacional en la producción de bienes exportados a Norteamérica. Este programa busca elevar en un 15% el contenido nacional en las exportaciones automotrices y electrónicas para 2030, con el objetivo de fortalecer la competitividad del país en la región.
Además, la estabilidad del comercio con Estados Unidos ha sido un factor clave en la resiliencia económica mexicana. Aunque en 2024 el crecimiento del PIB se desaceleró a un 1,5%, el nearshoring y el consumo interno –impulsado por las remesas, que representaron el 3,4% del PIB– brindaron estabilidad al mercado.
A pesar de los beneficios del nearshoring, México enfrenta obstáculos que podrían frenar su crecimiento:
El nearshoring seguirá siendo un pilar del crecimiento económico en México, pero para maximizar su impacto, el país debe fortalecer su infraestructura, garantizar la estabilidad en su comercio con EE.UU. y fomentar la inversión en energía. Estas acciones serán clave para consolidar a México como un destino atractivo para la inversión extranjera en los próximos años.
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