Potencial eólico en México atrae mayor inversión en energías limpias

Energía eólica, alternativa para combatir el cambio climático

El potencial eólico con el que México cuenta, lo ubica a nivel mundial entre los diez primeros países con mayor atractivo para la inversión en energías limpias, según datos de la Secretaría de Energía (SENER, 2018)

De acuerdo con el esquema actual de consumo de energía eléctrica existen dos modalidades de generación, aquella denominada producción independiente de energía y el autoabastecimiento.

Si bien, la segunda en México es utilizada por más de 200 empresas en su consumo, ya sea parcial o totalmente derivado de los parques eólicos disponibles actualmente en nuestro territorio, es necesario hacer hincapié en los beneficios de estos proyectos, por encima de sus perjuicios, sin dejar atrás la visión de quienes son poseedores de la tierra.

Los proyectos eólicos ofrecen tecnología que se empata con los objetivos de la sustentabilidad. Aunado a ello, mejoran los costos de electricidad de las tarifas actuales, y hacen frente al uso de las tecnologías de origen fósil.

Como parte de los compromisos tomados por México durante la 21a Conferencia de las Partes (COP 21) en París, se procura limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 grados centígrados. En este sentido, el gobierno mexicano apuesta al desarrollo de las energías renovables sobre todo por los múltiples beneficios: "mitigar la emisión de gases de efecto invernadero y, por el otro, contribuir a la diversificación de la matriz de generación de energía eléctrica, con un impacto positivo en la seguridad energética del país"(SENER, 2012) .

México busca transformar el sector eléctrico con miras al año 2024 donde al menos el 65 por ciento de la electricidad provenga de combustibles fósiles. Esta meta se corrobora en la Ley General de Cambio Climático establecida en el 35% de la generación eléctrica procedente de energías limpias para ese mismo año.

Por su parte, en el Inventario Nacional de Energías Renovables (INERE), y con base en datos de la SENER, el mayor potencial demostrado a fin de generar electricidad, se halla en las energías eólica y solar, sin que esto signifique aprovechar otras fuentes como la hidroeléctrica, la biomasa y la geotermia.

Así, con base en el reporte de avance de energías limpias 2016, "gracias a las reformas implementadas en el sector energético" ha sido más eficaz la ejecución de nuevos proyectos, generando 20,160 MW para el primer semestre de 2016 con un significado de 28.39% de la capacidad total nacional de energía a partir de fuentes limpias, y un incremento del 6.29%, respecto a la registrada en junio de 2015.

Visto que la energía eólica tiene un futuro promisorio en inversión y desarrollo, es necesario plantear claramente los retos de su implementación: desde estudios de impacto ambiental 100 por ciento transparentes, relacionados con las modificaciones del ecosistema original, la obra debe estar fuera de rutas de migración de aves o murciélagos, contar con un plan de mitigación y prevención para algunos eventos extraordinarios, ya sean huracanes o cambios en los patrones de vientos, así como la distribución por una red eléctrica adecuada a la transformación del territorio y del paisaje.

Finalmente y no menos importante, es necesario informar y atender las dudas o inconformidades por parte de las comunidades donde se implementará el proyecto, así como hacer la gestión social correspondiente con ellos, esto con base en el artículo 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Recordar con la finalidad de que un proyecto de inversión, ya sea energía eólicau otro, sea sostenible debe cumplir con los tres ejes básicos: ser económicamente viable, ambientalmente amigable y socialmente aceptado.

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