Las 9 macrofuerzas tecnológicas que dan forma a las sociedades del siglo XXI

Ya sea en ámbitos empresariales o para el día a día, las tecnologías de la información aún tienen mucho que ofrecer

De acuerdo con Deloitte, 9 macrofuerzas tecnológicas son las responsables de dar forma a las sociedades del siglo XXI, tendencias del pasado, el presente y el futuro, estas tecnologías de la información han ido incorporándose en ámbitos empresariales o en la vida cotidiana, algunas de ellas ya están completamente desarrolladas y otras son emergentes. No todas son novedades, pero aún tienen mucho por ofrecer y es especialmente prometedor su funcionamiento colectivo: implementadas en conjunto, las soluciones de estas macrofuerzas tendrán impactos todavía mayores.

En conjunto, asegura Deloitte, las 9 tendencias reseñadas son las macrofuerzas importantes en tecnología: "Cuando hablamos de tendencias tecnológicas, es tentador descartar verdades más amplias y duraderas, buscar los más nuevos objetos brillantes. Es cierto, hoy en día no hay nada en estas 9 áreas gritando '¡Detengan las prensas!'. Pero solo porque ya no son particularmente novedosas no significa que no sean de vital importancia. De hecho, uno de los desafíos más apremiantes a enfrentar por los líderes de tecnología y negocios es cómo excavar y aprovechar el valor que estas macrofuerzas pueden ofrecer colectivamente".

Las primeras 3 tendencias son las completamente desarrolladas, aunque aún tienen mucho potencial inexplorado; del 4 al 6 aparecen las tecnologías emergentes, esas cuyos potenciales apenas comienzan a sondearse; por último, en los tres últimos lugares de la lista, Deloitte coloca tendencias relacionadas principalmente con la manera como funcionan las empresas desde adentro, la necesidad de aplicar nuevos paradigmas o reforzar determinadas áreas dentro de las compañías. En conjunto, estas son las 9 macrofuerzas tecnológicas que dan forma a las sociedades del siglo XXI:

1. Experiencia digital. Lo digital permea en la experiencia: todas las formas en que las organizaciones, los clientes, los empleados y los integrantes participan y realizan transacciones en entornos digitales. El diseño centrado en el ser humano y el compromiso del usuario se han convertido en elementos centrales de la estrategia empresarial, al enfatizar cómo se realizan el trabajo y el negocio, cómo se crean recuerdos y experiencias significativas.

2. Analítica de datos. Aprovechar los datos para generar información sobre los clientes, los ciudadanos, los mercados, las operaciones y prácticamente todas las facetas de cómo funciona una empresa. Hoy las empresas necesitan la capacidad de predecir (tener una buena idea de lo que sucederá a continuación) y prescribir (poder recomendar una respuesta).

3. Nube. La nube pasó de serla palanca de arbitraje de costos de tecnología de bajo nivel a un medio para la optimización del modelo de entrega y de ahí a un motor de transformación de negocios; en pocas palabras, la nube es cada vez más la base sobre la cual se construye la innovación. A pesar de su ubicuidad, la nube todavía tiene que revelar todo su potencial.

4.Realidad digital. Realidad aumentada, realidad virtual, realidad mixta, Internet de las Cosas y tecnologías inmersivas o espaciales; están redefiniendo la forma como los humanos interactúan con los datos, la tecnología y entre sí. Los avances en las tecnologías ponibles, los objetos "inteligentes" y los sensores a veces dominan el panorama, mas el meollo no es el dispositivo en sí, sino las interacciones y las experiencias.

5. Tecnologías cognitivas. Aprendizaje automático, redes neuronales, automatización de procesos robóticos, robots, procesamiento del lenguaje natural y dominio más amplio de la Inteligencia Artificial entran en esta categoría. Ayudarán a dar sentido a los datos, manejar tanto su volumen como su complejidad, cosa que las mentes humanas y las técnicas de análisis tradicionales no pueden.

6. Cadena de bloques. Hoy, blockchain es una tecnología profundamente disruptiva que transforma no solo el negocio, sino también la forma como los humanos realizan transacciones y se comprometen; las grandes empresas y los consorcios están implementando soluciones de cadena de bloques de grado empresarial, evitando las complejidades en el cruce de múltiples bases de datos dispares.

7. Negocio de la tecnología. Cada empresa es ahora una empresa de tecnología y cada empleado es un tecnólogo, la línea entre el negocio y la organización tecnológica continúa difuminándose. Es la historia de cómo las empresas integran la tecnología en su estrategia y rediseñan su organización de tecnologías de la información con el objetivo de prosperar de manera rentable.

8. Modernización de los fundamentos. Empresas con inversiones significativas en sistemas heredados deben extraer más valor de estos al convertirlos en la base de nuevas innovaciones disruptivas; implica la creación de una hoja de ruta para crear un núcleo de planificación de recursos empresariales de próxima generación que incorpore, en lugar de simplemente habilitar, fuerzas digitales, de nube y de otro tipo.

9. Ciberseguridad. El riesgo cibernético no es simplemente un proceso centrado en el cumplimiento llevado a cabo al final de un proyecto; las empresas están ampliando los límites de la función de seguridad y configurando su apetito por el riesgo antes de que comience el desarrollo. La estrategia de riesgo cibernético debe construirse y administrarse desde cero, incorporada en la mentalidad, estrategia y políticas de negocios.

Imaginemos las aplicaciones de estas 9 macrofuerzas tecnológicas en la industria 4.0, por ejemplo, en la planificación de recursos empresariales en las fábricas del futuro: aprendizaje automático, sensores integrados en la planta de producción, capacitación en realidad aumentada, visualización móvil y programación de flujo predictivo, redes seguras y herramientas basadas en la nube para administrar el flujo de trabajo a través de la cadena de suministro; en adición, reestructuración de los trabajadores y polinización cruzada entre la información tradicional y los roles y habilidades de tecnología operativa. Así, continuarán dando forma a las sociedades del siglo XXI.

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