Empleados de Google presionan por cancelación del buscador Dragonfly
Trabajadores de Google publicaron una carta abierta para cancelar el buscador chino
Empleados de Googlepublicaron una carta abierta el 27 de noviembre de 2018 con el fin de ejercer presión a la compañía para cancelar el buscador Dragonfly. Dicho desarrollo está orientado a la censura y a la violación de los derechos humanos, las cuales responden a las políticas estrictas del gobierno de China.
La mayoría de quienes firmaron la carta pública son ingenieros de softwarey en la misma se presenta la oposición a los alcances connotativos del "Proyecto Dragonfly", motor de búsqueda cuyas especificaciones de programación tienen por objeto el bloqueo de una lista de términos prohibidos por las autoridades chinas. También facilitaría al gobierno el monitoreo permanente de los usuarios en relación a lo que buscan.
Varias veces Google fue consultado sobre el tema y en todas las ocasiones respondió de manera breve y mecánica aduciendo que el trabajo es "exploratorio y no están cerca de lanzar un buscador en China". Se recordará que My Press se hizo eco de la controversia al publicar un artículo el 3 de agosto de 2018 aludiendo a los planes del gigante tecnológico.
Project Dragonfly ha generado muchas críticas fuera de Google, incluso el vicepresidente Pence condenó el desarrollo del proyecto el 4 de octubre de 2018 en un discurso realizado en la Casa Blanca. Allí exhortó a la compañía tecnológica a reconsiderar las prácticas comerciales con Beijing que solo buscan la expansión en China bajo la entrega de propiedad intelectual y aceleran las políticas de censura en ese país asiático, fortaleciendo su sistema y comprometiendo la privacidad de los chinos.
También, desde la primera carta de protesta de los empleados de Google y publicada por New York Times el 16 de agosto de 2018, ha generado un movimiento de oposición interno donde los empleados sostienen que los ejecutivos de la compañía ignoraron e ignoran sus preocupaciones. Un párrafo de la carta pública refiere a la peligrosidad de sentar precedente con tecnologías ayudando a los poderosos en la opresión de los más vulnerables.
Dragonfly, señalan los empleados de Google en la carta pública, está basado en el control social a partir de tecnología de primer nivel cuya capacidad es el monitoreo de los registros personales, navegación en la red y creación de perfiles de los usuarios, el costo de un régimen sin democracia ya lo están pagando las etnias del noroeste de China, los uigures, los defensores de los derechos de la mujer y los estudiantes. Dejar que el régimen chino acceda a la base de datos de su población terminaría convirtiendo a Google en un cómplice de la opresión y de los abusos a los derechos humanos.
Otra de las consecuencias, difundida por My Press el 26 de septiembre de 2018, fue la renuncia del excientífico e investigador principal del project Dragonfly: Jack Poulson, quien comunicó a los senadores de Estados Unidos su preocupación sobre la dirección que tomaba el proyecto del buscador. Esa carta llegó a Amnistía Internacional (AI) y también difundió un comunicado de prensa el 27 de noviembre bajo el título: "Google no debe capitular ante las demandas de censura de China".
Joe Westby, investigador en tecnología y derechos humanos de AI, pidió a Google que se aboque a la lucha por un Internet donde la información sea accesible a todos por igual y sin respaldar la alternativa distópica de las autoridades chinas. Además de sugerir enfáticamente a Sundar Pichai, CEO de Google, la cancelación del buscador chino: Project Dragonfly.
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