El ser humano y su lucha contra los robots

Ciudad de México  

Caer en la monotonía laboral no es una opción para los humanos

 

¿Los robots dejarán desempleados a los seres humanos? No, porque no se tienen, ni se tendrán, máquinas y tecnología que pueda hacerse cargo de todos los trabajos. Sin embargo, si las personas tienen un trabajo monótono y repetitivo, deberán aceptar que sus tareas o lugar de trabajo cambiarían a medida que los robots se vuelvan más flexibles e intuitivos para trabajar.

En este escenario no es razonable usar personas como si fueran máquinas. Tampoco es saludable para el cuerpo y la mente realizar los mismos movimientos bruscos colocando piezas para su procesamiento en alguna otra máquina durante todo el día.

La introducción de la tecnología de robots no se trata solo de aliviar a las personas del desgaste físico, sino también de recursos y máquinas de manera óptima permitiendo que un proceso de producción se ejecute sin interrupciones. Cuando se trata de crear elementos uniformes de alta calidad, los robots realizan las tareas con mucha mayor precisión, concentración y resistencia de lo que somos capaces a lo largo de un largo día de trabajo.

Pero el aspecto humano se ha perdido en algún lugar de este desarrollo donde la tecnología robótica confinada domina los entornos de las fábricas hoy en día. En realidad, lejos de definir un escenario donde predominen las máquinas sobre los humanos, el desarrollo y la tecnología definen uno en donde el hombre y la máquina trabajarán en colaboración cada vez más estrecha.

En la industria y la sociedad del mañana, las personas utilizarán robots para los trabajos tediosos y predecibles, con esto las personas se encargarán de lo impredecible, añadiendo "alma" a los productos, tales como productos personalizados únicos de muy alta calidad, donde se presta mayor atención a los detalles.

De hecho, los robots actuales darán a los trabajadores industriales más influencia en la producción. Se construye un valioso conocimiento en el piso de la fábrica, y los robots no pueden recolectar ni adquirir experiencia de él.

Solo las personas pueden hacer esto: personas creativas que resuelven problemas y mejoran los productos. Un ebanista calificado podría ver una pieza de madera y decir: esta pieza de madera sería una mesa realmente fina;. Un robot no puede hacer eso.

A partir de ahora, se ha materializado una gran brecha en el proceso de creación de valor después de las primeras cuatro revoluciones industriales: mecanización, electrificación, automatización y ahora digitalización. Es esta pérdida de valor lo que la quinta revolución industrial debería remediar.

Los valores en el mundo se han creado a través de la producción industrial, pero el entorno de producción ha asustado a las personas creativas alejándolas de la industria manufacturera. Ahora la nueva generación de robots colaborativos nos permite ver estas máquinas de forma diferente.

Diversos actores dentro de la industria de la electrónica han aprovechado las oportunidades ofrecidas por los nuevos tipos de robots colaborativos, también llamados "cobots". En estas empresas, los robots y las personas trabajan interactuando entre sí, lo que resulta en una mayor productividad, una mejor retención del personal y una reducción en los costos de capacitación y, en general, una ventaja competitiva muy mejorada.

El gran avance son los sentidos; del "cobot" moderno en forma de sensores, cámaras y otras características de seguridad. La inteligencia humana funciona en conjunto con los robots, lo que representa un salto de calidad para los robots industriales convencionales y potencialmente peligrosos.

Universal Robots crea "cobots", y estos harán posible, la quinta revolución industrial. Las personas y las industrias pueden implementar y utilizar "cobots" para generar pasión y devolver el "alma" a sus productos. Justo en la fábrica donde se crean y desarrollan.

Los consumidores están cada vez más dispuestos a pagar un alto precio por productos especializados porque quieren sentirse especiales. Una ventaja adicional es que el fabricante puede aumentar el margen de beneficio a pesar de que es cada vez más difícil devolver el "alma" a los productos. De hecho, 1 de cada 5 consumidores a nivel mundial están dispuestos a pagar un 20% adicional al valor de cualquier producto o servicio que esté personalizado, además 22% de los consumidores están felices de compartir datos personales a cambio de un servicio al cliente o un producto especial.

Así que saquemos los robots de sus espacios confinados. A las personas creativas coloquémoslas dentro de la industria manufacturera y hagamos posible devolver el "alma" a cada producto creado.

 

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