Twitter, listo para replanteárselo todo y cambiar lo necesario

Dorsey: No quiero vivir en un mundo en el que sólo veamos las cosas felices

Durante las tres primeras semanas de agosto de 2018, Jack Dorsey, director general de Twitter, concedió entrevistas a diversos medios estadounidenses para dar a conocer el proceso de reestructuración realizado en su compañía, el cual busca solucionar los complejos problemas a los que se enfrenta la red social en materia de fake news (noticias falsas), actores de mala fe, salud conversacional, así como opacidad en sus acciones y criterios. La empresa está lista para replanteárselo todo y cambiar lo necesario, aseguró el emprendedor.

Respecto a lo que está estropeado en la plataforma, declara Dorsey, depende en gran medida de a quiénes siga cada usuario, cómo perciba lo que ve y cómo se sienta acerca de ello. Twitter da cabida a una inmensa variedad de temáticas, es posible encontrar conversaciones divisivas, contenciosas o tendenciosas, conversaciones tóxicas de las cuales las personas desean alejarse; pero también tienen lugar conversaciones de empoderamiento, recalca el empresario.

Hace 12 años, cuando comenzaron a construir el estrato conversacional de Internet, no pensaron en las repercusiones de algunas de sus acciones, reconoce Jack; en su momento parecían pequeñas y obvias pero con el tiempo demostraron no serlo. Por ejemplo, menciona el conteo de seguidores: hoy día los usuarios le da gran importancia a ese número y tienden a querer hacerlo aumentar a como dé lugar; sin embargo, para el equipo de Twitter lo más importante es cuántas conversaciones se tengan o cuánto y cómo se contribuya a la red.

Otro ejemplo son las cámaras de eco, generadas en parte porque la red social sólo da una herramienta a los usuarios: seguir una cuenta, una etiqueta o un tema. Además existe el problema de las fake news. En estos ámbitos, Dorsey declara que una posible solución sería hacer a los usuarios entrar en contacto con puntos de vista disyuntivos o disruptivos; identificar voces fiables en tiempo real y amplificar esa credibilidad sería una opción complementaria. Aunque, previene, esto no necesariamente lo arreglaría todo.

El tema de la salud conversacional es complejo: abuso, troleo, acoso, desinformación, son algunas de las variantes. Ante la necesidad de ir más allá de contrarrestar comportamientos, a fin de poder comenzar a profundizar en los síntomas, el equipo se dio cuenta de que se requería hacer tangible todo lo que está detrás de esas acciones; surgió así la idea de medir la salud conversacional a través de indicadores. Actualmente Twitter trabaja con dos grupos de investigadores para diseñar tales índices y mediciones.

Aunque gran parte del trabajo que se hace para mejorar Twitter no es visible a corto plazo, según el también director de Square, la plataforma ha tenido importantes avances que serán perceptibles a largo plazo. En cuanto a su rol en la conversación, insistió: "sería peligroso para una compañía como la nuestra volver a ese punto de miedo, a ser árbitros de la verdad", y reiteró el importante papel de los periodistas, quienes deben ser los encargados de confrontar o desmentir con hechos las tergiversaciones.

Por otro lado, Dorsey aceptó abiertamente la ideología de izquierda imperante en Twitter, pero enfatizó y reiteró, no por ello han caído en prácticas de shadow-ban (censura encubierta). Asimismo, admitió que la empresa debe trabajar para recuperar la confianza de los usuarios; la mejor forma de hacerlo será transparentar sus criterios y decisiones, afirmó. Cabe destacar, Dorsey se pronunció a favor de ver el mundo tal como es, pues señala que aún hay mucho por comprender y discutir: "No quiero vivir en un mundo en el que sólo veamos las cosas felices", dijo.

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