Capital Social, cohesión de la sociedad
El rol de la confianza
Desde la concepción del término Capital Social por parte de uno de los principales teóricos del tema: Robert Putnam (1995), quien lo estableció como "la estrecha relación que existe entre las características de una organización social: las redes sociales, normas y confianza", han sido numerosas las ideas sobre la importancia de éste en la construcción de las sociedades actuales y la relación con su entorno, esto es definido en otras palabras como la cohesión de la sociedad.
Atendiendo a lo anterior, el primer eje del capital social es la confianza entre sus involucrados, dígase la sociedad en general, desde la propia relación entre vecinos y miembros de un hogar, hasta vínculos laborales.
Para determinar qué tanta confianza existe en nuestras relaciones, con base en el informe Latinobarómetro de 2017 el 15% de los mexicanos cree poder confiar en la mayoría de las personas; en este mismo informe, menciona el porcentaje de confianza de nuestros connacionales hacia las instituciones las cuales son monitoreadas en plenitud de transparencia, lo que se traduce en un 33% de confianza desde la sociedad, por encima de los medios de comunicación los cuales alcanzan de manera general el 12%, es decir, confiamos más en nuestra propia experiencia y lo que podemos constatar, a lo que otros nos dicen o informan.
Así pues, la importancia en términos económicos del capital social y de su relación con la confianza, interviene directamente en los costos sobre los intercambios de bienes o servicios, así como la capacidad de vigilar el cumplimiento en lo convenido, determinados por reglas simples, fáciles de cumplir y por la calidad en las interacciones de la sociedad de manera fluida, eficientes y sencillas, lo que permite que en una empresa, negocio o cualquier tipo de relación laboral, sean parte del desarrollo económico.
Dicho de otra manera, en la medida que un espacio común, de cooperación, colaboración y con el objetivo de alcanzar metas compartidas genere vínculos horizontales, normas de reciprocidad, intercambio, compromisos colectivos y fomente la participación expandida a la comunidad, permitirá un crecimiento de las tres esferas del desarrollo sustentable: economía, sociedad y medioambiente.
Ahora bien, siendo la confianza el primer eje, su consecuencia es la reciprocidad, en este sentido según datos de la Encuesta Nacional sobre Filantropía y Sociedad Civil (ENAFI) el 80% de la población en México, considera que ayudando a los demás, se ayuda a sí mismo, lo que en pocas palabras, brinda la oportunidad de regresar un poco de la ayuda o el beneficio que otros han generado por nosotros mismos.
Concretamente en los meses pasados y después del #19S en México, por parte de la sociedad civil se desarrolló un importante movimiento de capital social netamente, impulsado por la necesidad de ayudar de manera organizada, puntual y efectiva a los damnificados por los sismos. Para destacar en redes sociales @comoayudarmx y @verificado19s son dos cuentas creadas en esos momentos y que a la fecha funcionan como mecanismos y herramientas confiables para el apoyo ciudadano.
En pocas palabras, la construcción de nuestra sociedad desde el denominado capital social promueve la ética, la cooperación, la confianza y con ello, el desarrollo conjunto como objetivo central de las políticas públicas para el correcto funcionamiento de nuestra estructura social.
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