Externalidades, economía y medioambiente

La creciente tendencia al consumo de bienes y servicios

En el ámbito económico, una externalidad es considerada como el efecto negativo o positivo de la producción o consumo de algunos agentes sobre dichos efectos de otros por los cuales no se realiza ningún pago o cobro.

Con respecto a términos ambientales, podemos destacar que las externalidades son todas aquellas actividades realizadas para satisfacer necesidades humanas, las cuales contaminan al ambiente provocando impactos negativos y en consecuencia, los costos deben ser absorbidos por terceros, es decir, costes sobre nuestras decisiones.

El aumento de la población acompañada por una creciente tendencia al consumo de bienes y servicios, traen como consecuencia dicho tipo de externalidades al ambiente. De tal suerte que para prevenir, controlar, medir y disminuir la contaminación, así como para proteger, conservar el entorno y el capital natural, el sector público en los datos más recientes de 2013 invirtió más de 140 mil millones de pesos de Gastos en Protección Ambiental.

Aunado a ello, el aumento en la población determina algunas de las externalidades más complejas. Tan sólo datos del INEGI en 2015 se contaron más de 119 millones de habitantes en nuestro país, y como consecuencia de las actividades económicas para satisfacer la necesidades de la población en nuestro territorio, se derivaron serias condiciones de agotamiento y deterioro ambiental.

Por ejemplo, los plásticos son ampliamente usados de manera cotidiana en diferentes productos (ropas, muebles, artículos de oficina, utensilios de cocina, en la industria del transporte, almacenamiento, etc.), su fabricación ha crecido de tal manera que mientras en los años 50 se tenía una producción de 1.7 millones de toneladas, para el año 2012 alcanzó un volumen histórico de 288 millones de toneladas.

¿Cuál es la externalidad de los plásticos sobre el ambiente?

En nuestro país la industria del plástico resulta valiosa por diversas cuestiones tanto en el mercado nacional como en los mercados internacionales por encima de países como China Y Estados Unidos, según datos de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico AC, de los residuos generados en México, el 11% son plásticos y de éstos el 90% son reciclables. Con ello dicha industria promueve el consumo de estos productos, su posterior aprovechamiento y correcta disposición, lo que enmarca su participación como socialmente responsable.

¿Cómo pagamos por estos impactos?

Como sociedad debemos asumir la responsabilidad de nuestros modelos de consumo.Pongamos por caso, un vaso de polietileno que ocupamos sólo una vez para tomar café dura 50 años en el ambiente, pues no se biodegrada fácilmente; por otra parte, se generan al menos 5 residuos más (servilleta, popote para disolver el azúcar, bolsa de azúcar, de crema y el cinturón de cartón).

Asimismo el proceso de degradación ocurre, muchas veces estos residuos van a parar a cuerpos de agua, espacios a cielo abierto y son confundidos por los animales como alimento, por esto se traducen en serias cuestiones que afectan a la biodiversidad.

Un modelo de reciclaje adecuado, también es un próspero negocio, mientras que uno insostenible de consumo representará el agotamiento y contaminación de los recursos naturales, los cuales nos proveen de alimento, vestido y refugio, además de belleza cultural estética y cultural.Promovamos prácticas amigables y como resultado generemos menores externalidades ambientales.

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