EEUU financia desarrollo de sensor portátil para detección de agentes químicos
Nuevo sensor químico FLOWER promete revolucionar la seguridad en combate y aplicaciones médicas
El Ejército de Estados Unidosdestinó 2,1 millones de dólares a un equipo de investigación de la Universidad de Arizonapara el desarrollo de una versión portátil del sensor químico FLOWER, diseñado para detectar agentes tóxicos en el ambiente. Este proyecto es liderado por Judith Su, profesora asociada de ingeniería biomédica y ciencias ópticas, quien destacó que el objetivo de esta tecnología es proteger al personal militar en zonas de combate mediante la identificación de sustancias peligrosas en el aire.
FLOWER, cuyas siglas en inglés representan "Frequency Locked Optical Whispering Evanescent Resonator", es un dispositivo con sensibilidad única, capaz de detectar compuestos en concentraciones extremadamente bajas, incluso en niveles zeptomolares, lo que equivale a unas 600 partículas por litro. Originalmente probado para la detección de agentes de guerra química como el DIMP (un subproducto del sarín), FLOWER demostró una eficacia sin precedentes en capturar señales de otros compuestos tóxicos, como el óxido nítrico, el amoníaco y el formaldehído, sin necesidad de utilizar etiquetas fluorescentes o radiactivas, lo que reduce costos y simplifica el proceso.
Con el financiamiento inicial de la agencia de reducción de amenazas de defensa, el equipo de la Dra. Su demostró el potencial de FLOWER en condiciones controladas. Ahora, en la segunda fase del proyecto, los investigadores trabajan para miniaturizar y adaptar el sensor a un formato portátil y fácil de usar en el campo, de forma que el personal militar, sin necesidad de conocimientos técnicos avanzados, pueda detectar rápidamente la presencia de agentes químicos. El prototipo incluirá indicadores luminosos que advertirán al usuario sobre la concentración de químicos peligrosos en el aire, permitiéndole tomar decisiones de seguridad en tiempo real y a distancia segura.
Euan McLeod, profesor de ciencias ópticas y colaborador en el proyecto, afirmó que este sensor, una vez perfeccionado, podría ofrecer una mayor precisión en la detección temprana que otros dispositivos actuales utilizados en el ámbito militar. Además de la portabilidad, se prevé mejorar la eficiencia energética del dispositivo en los próximos tres años, lo cual facilitaría su uso en distintos entornos y condiciones de operación.
Aun así, el alcance potencial de FLOWER no se limita al ámbito militar. Judith Su señaló que un dispositivo de estas características podría tener aplicaciones civiles, por ejemplo, en hospitales o en el monitoreo de la salud desde el hogar. La capacidad del sensor para realizar lecturas precisas e inmediatas podría extenderse a dispositivos móviles, lo que ampliaría su uso en múltiples entornos de atención sanitaria.
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