Twitter y Facebook: ¿aliadas o enemigas de la democracia?
Según su uso, redes sociales pueden contribuir o interferir en el bienestar de las democracias
De acuerdo con el filósofo británico Anthony Clifford Grayling, el lado negativo de las redes sociales ha comenzado a ganarle la batalla a todo lo bueno que éstas ofrecen; noticias falsas, sexismo, racismo, fascismoy demás ideologías nocivas, agresiones o discriminaciones se ven amplificadas en plataformas como Twittery Facebook. Tales tecnologías son susceptibles a manipulacióny fácilmente pueden emplearse para desinformara través de propagandas o mentiras. En conjunto, estos fenómenos sociales digitales constituyen una amenaza para la democracia, según dijo Grayling al periódico español El País.
El autor de Democracia y sus crisis (2017) destaca el rol de los usuarios en la problemática, pues son ellos quienes permiten la existencia de algoritmosomnisapientes, conocedores de hasta los más mínimos detalles sobre las vidas de las personas. Respecto a la esfera pública, cabe recordar que el filósofo alemán Jürgen Habermas la define como un ámbito de nuestra vida social donde se puede formar algo que se acerca a la opinión pública; en redes sociales vemos una esfera pública estructuralmente fragmentada, marcada por homofonía, silos de información y cámaras de eco, una plaza pública digital donde la desinformación prolifera sin restricciones.
Niveles bajos de conocimiento político se asocian con el incremento del uso de Facebook para compartir o consumir noticias; aunque los usuarios con más experiencia en esta red social tienden a poseer niveles de conocimiento políticos más altos. La exposición selectiva (información de personas con ideologías similares a la del usuario) podría jugar un rol esencial en dicho fenómeno, el cual a su vez podría tener implicaciones desafortunadas para el proceso democrático, dado que genera actitudes polarizantes cuyas repercusiones en el funcionamiento de la sociedad son negativas, concluye un estudio realizado en Estados Unidos.
Una democracia con buen funcionamiento es aquella donde las personas no viven en cámaras de eco o burbujas de información, sino que ven y escuchan una amplia gama de temas e ideas, incluso si de antemano no eligieron o no elegirían hacerlo. El bienestar de un pueblo democrático requiere la posibilidad de apreciar las perspectivas de sus conciudadanos; si las personas creen noticias falsas o si se ven unas a otras como enemigas o adversarias en alguna clase de guerra, la salud de la democracia se pone en riesgo. Más allá de distopías como las recogidas en 1984 (George Orwell) y Un mundo feliz (Aldous Huxley), ahora las redes sociales posibilitan otro tipo: las producidas por la factibilidad de crear cámaras de eco individuales.
Implicaciones de ser el estrato de la #conversación pública en #internet. Twitter y su reiterado deber con la conversación pública #OneTeam @jack ???? https://t.co/ZNNORDaWUg pic.twitter.com/ghtm642gGo
— MY PRESS (@mypress_mx) August 12, 2018
Por otro lado, las redes sociales asimismo pueden coadyuvar el fortalecimiento de la democracia, no solo por medio de la sana exposición a puntos de vista divergentes, también gracias la puesta en marcha de modelos de democracia horizontal; por ejemplo, la población de Jun(Andalucía, España) es un referente internacional en el uso de Twitter para trámites gubernamentales. En España, son registrados grados más altos de compromiso ciudadano con cuentas de gobiernos locales (Facebook y Twitter) cuando mediante esas cuentas se favorece la transparencia en línea, se da prevalencia a la interacción antes que a meras actividades unidireccionales y se da lugar a manifestaciones de discordancia ciudadana. En suma, según su uso, Twitter y Facebook pueden ser aliadas oenemigas de la democracia.
TwitterFacebookDemocracia