Comportamiento humano en beneficio del medio ambiente

Ciudad de México, México, 29-03-2018 |

Ecosistemas bajo amenaza

Ser responsable con el aprovechamiento inteligentedel medio ambiente debería ser unapráctica comúnmovida por decisión personal y que permitiera sumar los esfuerzos desde cualquier región y situación geográfica, dicho de otra manera, el comportamiento humano en beneficio del entorno.

¿Pero porqué cuesta tanto trabajo hacer de ésta una práctica del bien común?

Garret Hardin (1968) trató de explicarlo a través de un dilema “La Tragedia de los comunes”, donde concretamente de la sobreexplotación de un “bien común” derivado del interés meramente económico, se terminó por agotar y en consecuencia se puso en riesgo no sólo al humano, su actividad económica, sino también el medio ambiente que lo sostenía.

Hoy por hoy, la extracción irracional de los bienes naturales, pone en riesgo la capacidad de los ecosistemas para abastecer y satisfacer la demanda de alimentos, agua dulce, fibra, madera y combustible de nuestro consumo per cápita, de tal forma que, el sesenta por ciento de los servicios que brindan los ecosistemas han sido degradados y utilizados de forma insostenible. El mayor consumo de éstos se lleva a cabo en las grandes ciudades, justo el espacio en donde propios y extraños podemos en conjunto diseñar estrategias para reducir nuestro impacto en el entorno.

En nuestro país existen cifras oficiales de dichas modificaciones, como lo son la pérdida de lacubierta forestal en un 37%, más del 80% de las pesquerías nacionales han alcanzado su aprovechamiento máximo, por otro lado, 45% de los suelos presentan algún tipo de degradación y esto es sólo el principio.

Aunque lascifras y estadísticas del deteriorohablan por sí solas, lo verdaderamente complejo es asumir la responsabilidad de nuestras acciones por encima de nuestro derecho humano a un ambiente sano. Cuando verdaderamente nos toca ser partícipes es cuando nos es difícil atender las circunstancias.

Por ello, las acciones encaminadas a la preservación y conservación de cada uno de los ecosistemas que habitamos, deben ser un esfuerzo común entre las distintas esferas que componen a nuestra sociedad, pero es entonces en donde nuestro comportamiento conformado por la educación, costumbres, solidaridad nos permiten modificar a la naturaleza para nuestro propio beneficio.

De tal manera, que el ambientalismo va mucho más allá del pacifismo, es generar mecanismos para el uso de tecnologías en el manejo de la naturaleza, definir un uso razonado de los recursos naturales y con ello, disminuir posibles efectos ambientales tales como crisis hídricas, fenómenos meteorológicos de alto impacto, contaminación ambiental y a su vez, diseñar el propio beneficio en el ambiente.

Existen obras o actividades que requieren autorización en materia de impacto ambiental como lo describe el Artículo 5° del Reglamento de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente en materia de evaluación de impacto ambiental, donde se obliga al gobierno y a la sociedad civil a obtener su autorización para llevar a cabo actividades que señala el propio artículo como son parques industriales, presas, carreteras, proyectos de carácter residual, vías férreas, industrias papelera, minera, química, por mencionar algunos.

¿Sabía usted que por no contar con la autorización en materia de impacto ambiental de su negocio, puede hacerse acreedor a una multa mínima $75,000.00 y la clausura del mismo?

A modo de conclusión, los recursos naturales y el medio ambiente, no son infinitos, y necesitan de un tiempo para su restauración; en consecuencia, el comportamiento humano en beneficio de los recursos naturales, es determinado por el conocimiento que tenemos de los mismos, por ello no podemos soslayar la tarea de conocer el origen de lo que consumimos, la cantidad, y la manera en la que podamos reducirlo, es tan sólo el primer paso, pero con ello un gran cambio.