Estudio revela que las células grasas retienen una "memoria de la obesidad"
La memoria de la obesidad: el desafío molecular tras la pérdida de peso
Un estudio publicado en la revista Nature descubrió que las células grasas del cuerpo humano conservan una "memoria de la obesidad" incluso tras una pérdida significativa de peso. Este hallazgo, liderado por la bióloga Laura Hinte de la ETH Zúrich, podría explicar por qué es tan difícil mantener el peso perdido a largo plazo.
El equipo de investigación encontró que la obesidad genera cambios epigenéticos en las células grasas. Estas modificaciones consisten en etiquetas químicas que alteran la actividad de ciertos genes sin cambiar su secuencia de ADN. Los investigadores analizaron tejido graso de personas con obesidad severa y lo compararon con un grupo de control que nunca había padecido obesidad. Observaron que, aunque las personas sometidas a cirugía de pérdida de peso redujeron su peso significativamente, los cambios epigenéticos en sus células grasas persistieron incluso dos años después de la intervención.
Los resultados indican que estos cambios epigenéticos afectan el funcionamiento de las células grasas, las cuales continúan absorbiendo azúcar y grasa en niveles superiores a los de personas que nunca fueron obesas. Además, experimentos con ratones confirmaron que esta "memoria molecular" persiste meses después de adelgazar, lo que explica por qué los ratones previamente obesos recuperaron peso más rápidamente cuando fueron alimentados con una dieta alta en grasas.
Ferdinand von Meyenn, coautor del estudio, explicó que aún no se determinó si esta memoria se puede revertir con el tiempo. "Puede haber un período de tiempo en el que se pierda esta memoria pero no lo sabemos", indicó. Por su parte, Hyun Cheol Roh, especialista en epigenoma de la Universidad de Indiana, calificó el descubrimiento como un gran avance para entender el retorno del peso a nivel molecular.
A pesar de los avances, los investigadores subrayan que aún no se demostró una relación causal directa entre las alteraciones epigenéticas y el retorno del peso. "Es una correlación, estamos trabajando en ello", aclaró von Meyenn. Sin embargo, los hallazgos refuerzan la importancia de enfoques personalizados y cuidados a largo plazo para quienes han perdido peso.
Laura Hinte destacó que este tipo de estudios puede ayudar a reducir el estigma asociado a la obesidad. "No es tu culpa", afirmó, al referirse al esfuerzo considerable que requiere mantener el peso perdido debido a estos cambios persistentes en las células grasas. Asimismo, subrayó la necesidad de prevenir la obesidad desde el principio para evitar estas secuelas moleculares. Aunque el trabajo es preliminar, abre la puerta a futuras investigaciones sobre tratamientos más efectivos para combatir la obesidad y mitigar sus efectos a nivel epigenético, ofreciendo nuevas esperanzas en la lucha contra esta condición.
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