La atención a la depresión en países de bajos ingresos podría ser rentable
Un enfoque comunitario e integrado en salud mental ahorra costos y mejora el bienestar general
Un estudio reciente de la organización de investigación RANDidentificó que atender la depresiónen países de bajos ingresos no solo es viable, sino también rentable si se aplican estrategias de atención integradas. Según Ryan McBain, investigador principal de políticas en RAND, más del 75% de las personas en estos países que padecen problemas de salud mental no reciben tratamiento debido a una percepción generalizada de que la salud mental no es una inversión rentable. "Mostramos que una estrategia centrada en la atención integrada y la delegación de tareas puede ahorrar dinero, y que la atención tiene beneficios que generalmente se subestiman porque no se miden las externalidades positivas", comentó McBain.
El estudio evaluó un programa en Malawique utiliza la infraestructura de atención del VIH y capacita a trabajadores comunitarios para asistir a personas con depresión, especialmente en zonas rurales. Los hallazgos muestran quelos pacientes no solo mejoraron sus síntomas de depresión, sino que aquellos con hipertensión también mostraron mejoría en la presión arterial. Los beneficios se extendieron a sus familias, cuyos miembros presentaron una disminución en síntomas depresivos y un mejor funcionamiento general en el hogar.
Bajo este contexto, donde el gasto en salud mental es mínimo en comparación con enfermedades infecciosas, la depresióny otros trastornos mentales recibieron poca atención financiera. En 2021, los fondos globales destinados al VIH fueron de 9,900 millones de dólares, mientras que los trastornos mentales comunes recibieron apenas 217 millones. McBain y su equipo cuestionan esta disparidad, destacando que la delegación de tareas a trabajadores de la comunidad puede mantener la efectividad de la atención y reducir los costos, al tiempo que fortalece el impacto positivo en las comunidades.
Los investigadores basaron sus conclusiones en un ensayo aleatorio realizado en 14 centros de salud de una región remota de Malawi, involucrando a 487 personas diagnosticadas con trastorno depresivo mayor. El programa ofrecía sesiones grupales de terapia enfocadas en el manejo del estrés, la activación conductual, el fortalecimiento del apoyo social y la gestión de problemas. Tras un año de seguimiento, los resultados mostraron una prevalencia de depresión un 38% menor y mejoras generales en el bienestar de los participantes. Además, las familias informaron una disminución en la carga de cuidados y en los índices de depresión en los hogares.
Los resultados subrayan el valor de la atención a lasalud mental en entornos de bajos ingresos. Además, sugieren que con infraestructuras adecuadas y la implicación de trabajadores comunitarios, la atención a la depresiónpuede ser accesible, efectiva y rentable.
Salud mentalDepresiónEstudio