Minirredes solares transforman comunidades rurales en Nigeria
Energía renovable impulsa el desarrollo económico y social en zonas sin acceso a la red eléctrica
En el sur de Nigeria, comunidades como Mbiabet Esieyere y Mbiabet Udouba dependían de lámparas de queroseno y generadores diésel al caer la noche. Sin conexión a la red eléctrica nacional, la propuesta de instalar una minirred solar en la zona en 2021 generó escepticismo entre los habitantes. "Nunca imaginamos que algo así pudiera existir", expresó Solomon Andrew Obot, un residente local.
La empresa Prado Power desarrolló una instalación de paneles solares y baterías, que comenzó a operar en 2022, proporcionando electricidad a 180 hogares a un costo menor que el de los generadores tradicionales. Los residentes celebraron la llegada de la energía con sorpresa. "Me quedé atónito", comentó Obot al encender luces y cargar su teléfono sin necesidad de combustible.
Nigeria quedó rezagada en la transición a energías renovables, a pesar de contar con abundante radiación solar. Actualmente, la energía solar representa solo el 3% de la electricidad generada en África, y en Nigeria, casi la mitad de sus 230 millones de habitantes carecen de acceso confiable a la electricidad. No obstante, la caída en los costos de los sistemas solares ha convertido esta fuente en una alternativa viable para millones de personas.
El país está apostando por minirredes solares de hasta 10 megavatios, capaces de abastecer a más de 1,700 hogares estadounidenses. Hasta la fecha, se han instalado cerca de 120 minirredes, beneficiando a 250,000 personas y suministrando electricidad a aproximadamente 50,000 hogares. "Nigeria es un ejemplo paradigmático del desarrollo de minirredes en África", señaló Rolake Akinkugbe-Filani, director general de EnergyInc Advisors.
Comercios como barberías y talleres redujeron sus costos operativos y aumentado su clientela. Christian Aniefiok Asuquo, dueño de una barbería, solía gastar 2,000 nairas (1.20 dólares) al día en combustible para su generador, pero ahora paga esa cantidad en electricidad al mes.
En el sector agrícola, la energía solar ha mejorado la producción y almacenamiento de alimentos. Un centro de procesamiento equipado con maquinaria y un congelador comunitario ha permitido optimizar el procesamiento de cultivos. Sarah Eyakndue Monday, una agricultora de 24 años, redujo de cuatro horas a menos de una el tiempo necesario para convertir yuca en garri, un alimento básico local. "Es muy fácil", afirmó, destacando que sus ingresos semanales aumentaron casi cinco veces.
El principal desafío de las minirredes es el costo inicial de instalación. Aunque la electricidad generada es más asequible que la de los generadores diésel, sigue siendo más cara que la de la red nacional, que en algunos países africanos recibe subsidios gubernamentales. Para superar este obstáculo, algunas iniciativas combinan energía solar con maquinaria industrial, permitiendo a los usuarios aumentar sus ingresos y costear el servicio.
Desde 2018, Nigeria ha recibido más de 900 millones de dólares en inversiones en energía solar, y recientemente anunció otros 750 millones de dólares para ampliar el acceso a la electricidad en zonas rurales. Sin embargo, la brecha de financiación sigue siendo significativa. "Si comparamos lo que se necesita con lo que está disponible, se observa que aún existe una brecha considerable", explicó Chibuikem Agbaegbu, del Instituto de Investigación de Políticas de África.
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